Nada mas levantarnos y recargar todas las fuerzas, después de desayunar y recoger nuestras tiendas, realizamos una serie de talleres a lo largo de la mañana.
Todos nos divertimos aprendiendo a hacer abalorios, trébol de corazones, pápiroflexia.
Nada mas acabar los talleres nada mejor que la hora de la comida para recuperar nuestras fuerzas.
Después de comer, el tiempo no nos pudo acompañar para la hora de la piscina, pero no teníamos razón para ponernos tristes ya que todo se soluciona con unas buenas canciones todos juntos en grupo y unos buenos juegos de mesa.
La aventura proseguía y nuestro objetivo era el llegar a un circo de la alegría pero para llegar era necesario conocer todo lo que pasa dentro del circo. Y para eso nada mejor que una gran gymkana en la que aprendimos malabares, equlibrios y otras muchas cosas que sin duda merecían a pena conocer.
Al finalizar la gymkana todos recibimos una llave, pero no sabíamos lo que abría y esperábamos con ilusión que a la noche lo supiéramos para poder divertirnos aun mas.
Llego la hora de la cena y todos recargamos nuestras fuerzas para poder descubrir que era lo que abrían esas misteriosas llaves.
A la noche llegaron dos payasos del circo de la alegría, pero no estaban felices porque alguien les había robado las llaves mágicas de su saco de a risa.
Al saber que teníamos las llaves los payasos abrieron su saco de la risa que en su interior tenia unas tarjetas en las que había una serie de pruebas que teníamos que hacer entre nosotros durante la noche y así echarnos unas rosas entre nosotros.
Al acabar los payasos se despidieron todo contentos y finalizamos la noche bailando todos juntos y seguida mente a dormir.
Aquí tenéis unas imagenes del día:
